viernes, 2 de marzo de 2012

Restauración de una mesita de almoneda apolillada II

   Continuando el post "Restauración de mesita de almoneda" I  hoy voy a contaros el siguiente paso: cómo aplicar el tratamiento para la carcoma, o más bien, cómo aplico yo el tratamiento, en este caso, de Xylamon.
   Voy trabajando por piezas, y suelo empezar por las de menor tamaño. En cada una de ellas, sigo estos pasos:
    1.-   Inyectar uno a uno,  en todos los agujeros, el Xylamon mediante una jeringuilla.
    2.-  Aplicar con brocha, abundantemente, el tratamiento sobre la totalidad de la pieza. Hemos de intentar asegurarnos que penetre en todo el espesor de la madera.

  NOTA: El  formato en espray  de Xylamon  es "más adecuado" para tratar zonas  puntuales, con "pocos" agujeros (4 ó 5...¿?) Dispone de un tubo que se acopla para inyectar el líquido directamente en el agujero. Frente a la inyección con jeringuilla, es menos efectivo porque el tubo penetra menos en la longitud de la galería "excavada"  por la larva adulta. La jeringuilla logra una penetración más profunda a lo largo de la galería. Esto permite que el producto impregne mejor la totalidad de la madera atacada. Además, la jeringuilla aporta precisión, mientras que el tubo es flexible y resulta más complejo ir encajándolo en cada agujero, y se suele soltar, dispersando el producto. Mi elección es el formato en garrafa (hay direfentes tamaños).
   En lugar de aplicar con brocha, en el "paso 2", también se puede optar por sumergir la pieza en un balde en en que vertemos el Xylamon, y dejamos que la madera se vaya impregnando del mismo.





   
  Una vez se han tratado todas las partes, cubrimos nuestro mueble para que el producto actúe en profundidad. Yo lo cubro con plástico (sin llegar a sellarlo herméticamente, dejo que "respire un poco"). El fabricante indica un periodo de un día para poder empezar con la siguiente fase de los trabajos. En mi caso he elijo dejarlo así de dos a tres semanas (qué pinta tiene embolsado...) Ahora toca esperar al siguiente paso...

   Un trabajo que podemos adelantar es el tratamiento de los herrajes (manillas, bisagras,...). Esta mesita sólo tiene dos pomos y son de bronce. Están sucios por el uso y el tiempo, y han perdido su lustre.
   Para limpiarlos, empleo un limpiador de metales y un trapo, que después voy a tirar (no cojas nunca un trapo que quieras conservar, a no ser que lo quieras con manchotas muy negras). Suelo ponerme guantes porque esta tarea deja los dedos muy sucios y con manchas que cuesta mucho sacar, y se estropean bastante las manos. Alguna vez yo me he tenido que limpiar con estropajo... ¡y me costó quitarlo!, así que: mejor poner guantes. Aún no he encontrado el "limpiador mágico" con que no tenga que frotar y frotar. En eso consiste: frotar y frotar con un producto apto para el metal del herraje. Hace poco me han hablado de la "piedra blanca", que me han contado que es una especie de líquido mágico... a ver si lo encuentro, lo pruebo y si es tan mágico os lo cuento.
   Cuidado con los limpiadores de metal, hay que mirar bien que sea adecuado para el metal que estamos limpiando. Si no sabemos identificar el metal, mejor emplear un limpiador universal; utilizar uno "no apto" puede suponer en ennegrecimiento permanente de los herrajes.
   Debemos proceder con la limpieza de todos los herrajes, y si hay alguno con óxido hay que retirar el óxido o sustituir el herraje. 
El pomo de la izquierda está pulido, el de la derecha pendiente de pulir.



Creo que han quedado genial. 
¿Cómo van vuestros trabajos?


   

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