viernes, 9 de marzo de 2012

Algunas sugerencias sobre cómo elegir los colores

   Antes de pintar: Piensa qué colores te gustan y en qué pieza los quieres aplicar. El tamaño del mueble es un factor determinante, ya que cuanto mayor sea más impacto causará su color; también dónde vas a situarlo. Por ejemplo, un baúl que quieres dejar en un lugar luminoso permitirá un aspecto distinto que si vas a colocarlo bajo una escalera y deseas que en ese hueco se amplíe la luz. Meditado esto - y todo lo que se te ocurra que pueda tener sentido práctico - haz pruebas. Observa cómo quedan los colores con luz natural, y cómo cambian al recibir luz artificial. Los colores elegidos sobre muestrario no siempre quedan como los imaginamos, y la sorpresa del resultado final queremos que sea positiva ¡Las sorpresas negativas dan mucho trabajo extra!
   Un ejemplo muy ilustrativo, nos lo encontramos con estas sillas que  Andrea nos muestra en su artículo "Comedores a puro color" 

 

   Seis sillas de forma idéntica y tonos completamente diferentes, nos enseñan como el mismo objeto puede adquirir distinta intención con sólo cambiar el color. Si trasladásemos cada silla a otra estancia... quizá la azul nos agradara más en un dormitorio infantil, la blanca encajase mejor en un estilo "shabby chic", la fucsia la empleáramos para dar un toque femenino al espacio, mientras la verde agua o la naranja podrían gustarnos para un despacho...

   ¿Y qué decir de estas cómodas? Con diseños similares, su color es un factor determinante en la decoración de la estancia en que se ubiquen, ya que son piezas de gran peso ornamental:



    NOTA: Si el color lo estás buscando para una habitación (salón, despacho, ...)  pruébalo en distintas paredes, para evaluar el efecto del mismo de una forma global: si te gusta por igual con la luz que recibe cada pared, si te va a quedar como esperas, si te conviene combinar algún otro tono para dar equilibrio al conjunto de la estancia, etc.
   Tonalidades:   Decidido el tono, evalúa la cantidad de producto que vas a necesitar para cubrir toda la pieza. Si has elegido una mezcla de colores, ¡mide bien las cantidades que vas a emplear de cada color y toma nota de "tu receta"!, o prepara la cantidad de mezcla - mejor que sobre que no que falte - para pintar toda la pieza. En un bote de cristal, bien cerrado, a corto plazo no se te va a estropear. Yo soy partidaria de buscar (y rebuscar) cuanto sea necesario para encontrar el tono exacto ya preparado, principalmente porque es harto complicado conseguir la mezcla cuyo resultado sea el color exacto al anterior (...) Hago excepciones cuando se trata de pequeños detalles, para los que preciso poca cantidad de pintura.
   Superficies: Cada pieza es única. Estudia la superficie, y busca la imprimación y pintura más aptas. Si no tienes conocimientos suficientes para tomar una decisión necesitas informarte ¡pregunta! En las tiendas especializadas en la venta de pintura para actividades artísticas podrán asesorarte de lo que te puede ir mejor para tu trabajo.

   A mí también puedes preguntarme, de lo que esté en mi mano no dudes que tendrás respuesta.
¿Alguna idea?
Lucy B. 

2 comentarios:

  1. Sigues asombrándome. Creo que voy a aprender mucho de ti...

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    1. Nunca podré llegar a devolverte todo lo que tú me has enseñado a mí... así que cualquier cosa que puedas aprender a través de mí, considéralo una pequeña parte de mi gran agradecimiento, y otro poco tu triunfo personal, porque una parte de lo que soy ahora tú fomentaste que creciera y se modelara como es... GRACIAS.

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