sábado, 10 de marzo de 2012

Nuevas piezas para restaurar: Mesitas (casi) Gemelas

   A veces, sin contar con ello, encuentras auténticas joyas... piezas maravillosas que están simplemente esperando... Esta vez me esperaban a mi, en un local-trastero, en Gipuzkoa. Las joyas en cuestión son dos maravillosas mesitas gemelas de almoneda. Mira (y admira) ¡qué preciosidad!


   El frente simula tres cajones, pero ¡no lo son! La sorpresa es que los cajones inferiores se unen transformádose en una puerta que reserva un lugar para alojar el orinal ¡Como os lo cuento! Al verlas pensé: "los propietarios debían ser de alta alcurnia, si no, ¡dejarían el orinal bajo la cama!".

   Al abrir esa puerta se encuentra dispuesta una pieza de loza, ¡hasta con ventilación hacia el exterior del mueble por la parte trasera!, cubierta y sujeta entre dos tablas y unos junquillos al borde de las mismas. Antaño, cuando en las casas no había cuarto de baño, la señora se guardaba la bacinilla en su mesita, y el señor se guardaba su dompedro en la de él.

   Están perfectamente pensadas, y cada una abre la puerta en un sentido, para que la apertura se ajuste al lado de la cama en que está colocada. Según vemos la pieza, esta se situaría a la izquierda de la cama, así, al abrirla desde la cama la puerta no supondría un obstáculo para acceder al interior. Su compañera tiene apertura simétrica, con la pieza cerámica también al otro lado.
   Me enamoré de estas piezas de estructura y acabado de roble, de hermosas y suaves tallas... y ¡¡encontrar las dos!! Ha sido una gran suerte. Es muy difícil encontrar piezas de esta edad, calidad y en tan buen estado. A la vista sólo un pequeño agujerito de carcoma en un cajón (...)
   Después de evaluar qué hacer con las piezas de cerámica, decidí retirarlas. Me decantaron dos motivos:
1.- Una de las piezas estaba cascada en una esquina
2.- En ambas mesitas, los clavos que fijaban las tablillas / junquillos estaban oxidados, las tablillas semisueltas... así que decidí desmontarlo, para ver "las tripas", primero en la mesita que tenía la cerámica cascada.
   La sorpresa permanecía aún oculta (...) En la foto inferior se ve la mesita una vez retirada la cerámica y la madera que la revestía. De entrada no se observa polilla, sólo polvo acumulado.
   Dado que esos "tacos" ya no van a tener función alguna, también los retiro. Suavemente voy despegándolos, tramo a tramo, para evitar que se rompa la madera a la que está pegado:
   Y entonces, detrás de uno de los tacos... la sorpresa: plaga de carcoma
   Con lo visto, he decidido dar a esta pieza un tratamiento curativo y preventivo contra la polilla. ¡Me pongo manos a la obra! Para dejarla lista para aplicarle el tratamiento tengo un "poquitín" de tarea por delante... dejar la madera "desnuda" y "sana".
¡A trabajar con alegría!
Lucy B.

4 comentarios:

  1. Que guay, mola ver la historia de pedazo de joyita mobiliarias. Te las han dado? es un encargo del dueño?? Un bico y a darle duro.

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    Respuestas
    1. Son hermosas... las he comprado, pronto vas a ver lo bien que han quedado lijadas, tratadas contra la polilla, y con los poquitos agujeros - que les quedaron retiradas las tablas interiores - ya tapados. Están preciosas, y yo en estado de reflexión: ¿las pinto de color? ¿dejo esa preciosa madera de roble vista? ¡Es un gran dilema!

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    2. No sé porqué pero las visualizo en blanco y gris. Creo que la mesa negra tan chula con toques en gris me marcó. Eres una artista!!!

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    3. Son grandes, el gris tendría que ser claro para que "no pesen" (visualmente hablando)Quizá gris que haga un efecto de líneas de luz, envejeciendo los cantos (como gastados) y que el gris surja sobre un color más claro...
      ¡Gracias! ;D

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