martes, 25 de septiembre de 2012

La luz de tu vida

   Iluminar un espacio no es sinónimo de poner luminarias y lámparas para que den luz... iluminar es mucho más: es acondicionar la cantidad de luz a la tareas que se van a llevar a cabo en la estancia, crear una atmósfera, dar protagonismo a las piezas que se quieran resaltar... Iluminar correctamente implica que, al encender las lámparas, éstas van a aportar al espacio la luz deseada, y necesaria, al mismo tiempo que crean belleza.
   El número de luminarias, la situación de los puntos de luz, su altura, el tipo de lámparas... todo debe elegirse cuidadosamente para que la iluminación final contribuya a enriquecer el espacio y a crear el entorno deseado en cada momento. En esta elección en muy importante emplear las lámparas adecuadas, que permitan tener la luz necesaria con un bajo consumo, como medida absolutamente necesaria de respeto por el medio ambiente y los recursos naturales.
   Hemos de tener en cuenta que existen distintos tipos de luz, cada uno diseñado y pensado con un cometido. Emplearlos adecuadamente mejorará la funcionalidad de la estancia y cambiará la percepción que tengamos de la misma.
   Podemos identificar distintos tipos de luz:
   Luz general: Sustituye a la luz natural, y su función es la de aportar una luz que ilumine la estancia por completo, de manera uniforme, tal que nos permita verla al completo y desplazarnos por ella ¡sin tropezarnos con nada!
Iluminación general de salón resuelta con varias luminarias
combinando diferentes pantallas, vía K.A. International
   Luz de Trabajo:  Focalizada y directa, empleada para iluminar específicamente la zona en la que vamos a desarrollar una tarea.
El flexo permite disponer de una zona de trabajo
correctamente iluminada; vía thirdroomstudio
   Luz Ambiental: Su función es crear una atmósfera agradable, aportando calidez a los espacios.
Nobis Hotel by Claesson Koivisto Rune; vía dezeen magazine
   Luz Decorativa: Capta la atención sobre elementos que deseamos enfatizar, dándoles protagonismo. Su importancia radica no tanto en la cantidad de luz que emite, sino en la belleza que aporta su presencia.
Original mesita, de su interior surge la luz; vía Decoracion.IN
¿Empezamos a poner luz a nuestros espacios soñados?